La alimentación es uno de los pilares fundamentales para mantener un optimo estado de salud.
El desequilibrio en la dieta puede generar enfermedades por carencia y/o exceso.
La alimentación saludable es esencial en todas las etapas de la vida para lograr el bienestar biospsicosocial

18 feb 2012

PAUTAS DE COMENSALIDAD PARA LA FAMILIA.

PAUTAS  DE COMENSALIDAD PARA LA FAMILIA.

El momento de la comida es exclusivo, en el cual  se  está brindando nutrientes y energía a nuestro organismo para poder desarrollar las  actividades del día, es por esto que requiere del momento y la dedicación.
  •     Los hábitos alimentarios se fundan desde la niñez a partir de las costumbres del grupo familiar, es primordial comunicarle a los niños lo importante que es sentarse para realizar las cuatro comidas del día, centrando la  concentración en  la comida a realizar , para crear el comer consciente que es una pequeña práctica que ayuda a prevenir futura obesidad.
  •     Las primeras comidas de los niños son una experiencia nueva para transitar si el ambiente es tenso, bullicioso o estresante, esta experiencia le será desagradable  para el niño y repercutirá en su  alimentación
  •         Tomarse  un momento para comer tranquilo y pausado, disfrutando de la comida, ya sea en el hogar o fuera de casa.
  •          Detenerse a comer, preparar  la mesa  de manera agradable para comer de manera placentera.
  •           Masticar cada bocado lentamente para una mejor digestión,  Saboreando  las comidas.
  •       Aprovechar  los momentos de la comida para el encuentro con la familia y los amigos.
  •          Utilizar ese momento para dialogar con otros, para compartir un momento con nuestros afectos.
  •          Evitar comer en un clima tenso,  frente a  la televisión  o entre discusiones o en  situaciones  que estresan y que perjudican la digestión. 
    Ademas  en un estudio publicado en British Journal of Nutrition, se analizó los efectos de la distracción en las comidas. Las personas estudiadas fueron divididas en dos grupos.Un grupo comió un almuerzo fijo mientras jugaba un solitario con la computadora; el otro grupo ingirió la misma comida, pero sin distracciones. A los 30 minutos del almuerzo, a ambos grupos se les realizó un “test de sabor” con galletas: podían probar la cantidad deseada. Además, se les pidió que recordaran los nueve alimentos del almuerzo y el orden en que se habían servido.     El equipo halló que el grupo que había almorzado frente a la computadora ingirió unas 250 calorías con las galletas, mientras que el otro grupo consumió la mitad. Además, al primer grupo le costó mucho más recordar el orden de los alimentos y sintieron menos saciedad con el almuerzo.                                                                                                         
    Los autores sostienen que los usuarios de computadora tenían un recuerdo más confuso de su almuerzo y sentían menos saciedad que el otro grupo. Esto sugiere que las distracciones, como la televisión o la computadora, alteran nuestros recuerdos de la comida, lo que termina modificando el apetito.


                                                                                                                                 Lic.Natalia Bueno


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